Uno de los “personajes-roles” que muchas personas deciden adoptar en sus vidas, es el rol de “víctima-sufridor/a”.
Es alguien que decide vivir en la queja constante, en el juicio, la crítica destructiva, el reproche, la insatisfacción.
Viven en el pobrecit@ de mí, todo me pasa a mí, la vida es dura, la vida es injusta, yo no puedo hacer nada, todo lo que pasa es “culpa” de otr@ o debido a factores externos/ajenos a mí…..
Son personas a las que la Vida parece “deberles” algo.
Alimentan su personaje y lo engrandecen a medida que van encontrando en su camino a personas que se lo creen, que sienten lástima, que intentan “salvarles” y sostenerles en su padecer sin fin.
Si les compartes un problema personal o una preocupación te contestarán algo como : pues a mí me pasó algo peor, yo sufro más, eso no es nada comparado con lo mío, yo, yo, yo….se regocijarán en sus penurias como si de un campeonato se tratase, como si su entrada en el reino de los cielos dependiese del grado de sufrimiento padecido en la tierra….
Y quien cae en su trampa, se desvivirá por alentarles, por hacer todo lo posible para que recuperen su sonrisa, su bienestar…se desenergetizarán en busca de soluciones que aporten a esa “víctima” la supuesta felicidad que no tienen y proclaman no poder conseguir por sí mismas…..
Hasta que llega un momento en el que empiezas a cuestionar esa supuesta “fragilidad”, empiezas a darte cuenta de que en la vida, uno tiene lo que decide tener, uno encuentra lo que busca y cada uno es responsable de reconducir sus pasos si el camino que anda no es el que desea.
Por mucho que percibamos “sufrimiento” en personas a las que nos une un vínculo especial, no podemos ayudar a nadie que NO QUIERA ayuda realmente.
Quien pide ayuda, es alguien consciente de que la necesita, es alguien dispuesto a tomar las riendas de su vida, a responsabilizarse de sus actos y de las consecuencias de los mismos.
En el rol de “víctima”, la persona no pide ni quiere ayuda, sino que juzga, reprocha, manipula, chantajea emocionalmente, vive en el resentimiento, en el rencor, en la envidia y el descontento constantes, vive en la pasividad y anclado a patrones de comportamiento que en alguna medida, le siguen reportando algún tipo de beneficio.
El sufrimiento o una vida “plana” (que no “plena”), aunque cueste creerlo, es la zona de confort en la que muchas personas deciden vivir.
Ser consciente de ello y “proteger” nuestro bienestar personal, es nuestra responsabilidad. Haciéndolo, estaremos también contribuyendo a que esa persona anclada en su víctima, tenga la oportunidad de despertar.
2 comentarios en “EL ROL DE VICTIMA SUFRIDOR/A CONSTANTE”
Gracias Elena. Ese rol de víctima les da la mirada que desesperadamente necesitan, o necesitamos, me reconozco en ocasiones en ese rol. Sin embargo, de estas personas de las que tú hablas de “víctima constante” he aprendido que yo misma he de poner el límite y cuidarme no llevar a la acción ese personaje que puede gustarme adoptar de “salvadora”. Toda víctima necesita un salvador y ver ésto me ha permitido darme cuenta lo valioso que también ha sido para mí ese personaje de “salvador”. Otro modo de recibir mirada… En fin que todos los personajes son para algo… el despertar nos ayuda a quitarnos el disfraz o darnos cuenta cuando nos lo ponemos. VER nos permite optar y decidir de la forma más coherente con lo que somos y de la que seamos capaces en cada momento. Gracias de nuevo!
Ana gracias por tu comentario, resueno con cada palabra que dices, así es, “despertar la conciencia” nos ayuda a darnos cuenta de cuándo estamos utilizando cada personaje y para qué, qué necesidades legítimas estamos intentado satisfacer de modo desplazado, para así, poder centrar de nuevo nuestra acción y que ésta sea más coherente, como bien dices, con lo que somos en realidad.
Yo creo que en función del momento y de las circunstancias todos en mayor o medida adoptamos esos roles, yo también me reconozco en ellos.
Un beso enorme